La nueva Ley General de Educación 20.370 establece una nueva normativa respecto a los instrumentos curriculares que deben estar a disposición del sistema escolar, nueva estructura que redefine la Educación Básica y le otorga una duración de seis años estableciendo para ello nuevas Bases Curriculares que van de 1ª a 6ª Básico. En estas se establecen los objetivos mínimos de aprendizaje (OA) que deben alcanzar todos los establecimientos escolares del país en cada nivel y asignatura. Para los niveles de Séptimo y Octavo se modifica el decreto supremo Nº 40 y dispone el Decreto 256/2009 y para Educación Media se modifica el Decreto Supremo Nº 220 y dispone el Decreto 254/2009 que fija normas generales para su aplicación, adecuando el currículum a las nuevas exigencias educacionales. En él se establecen cambios significativos, dada la necesidad de unificar y simplificar los conceptos y orientaciones curriculares de la Educación Básica y Media. Todos estos cambios ponen énfasis en el desarrollo de objetivos de aprendizaje, habilidades, actitudes que se deben trabajar, haciendo necesario redefinir el: cómo, cuándo, y para qué evaluamos, orientando cada uno de los procesos de evaluación hacia la mejora sustantiva de los aprendizajes.

El Colegio Chile se debe entender como un espacio único y privilegiado para aprender a convivir con otros, por muy diferentes que seamos. Es una oportunidad para un encuentro planificado y un escenario reflexivo. Es aquí precisamente donde se puede enseñar y aprender en forma sistemática una serie de habilidades de resolución pacífica y dialogada de conflictos. La comunidad escolar debe tomar conciencia que para fomentar una buena convivencia se debe educar, entre otras, las competencias para resolver los conflictos que surjan en las salas de clases y en el entorno. Para ello es necesario basarse en una normativa que aborde los problemas de convivencia del día a día, pero es imprescindible un paso previo que tenga como finalidad educativa el desarrollo integral de la persona y que prevenga la aparición de conflictos. Lo anterior contribuiría con la formación integral del alumnado y crearía competencias educativas básicas que ayuden al alumno a tener relaciones interpersonales adecuadas en su Colegio y en esta sociedad tan diversa.